Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. España que nos mira siempre amante recuerda nuestra Historia Militar, Militar, que su nombre siempre suena más radiante a quien supo ponerla en un altar. Su recuerdo que conmueve con terneza, dice Patria, dice Gloria, dice Amor, y evocando su mágica grandeza, morir sabremos, por salvar su honor. Tremolemos muy alto el Estandarte, sus colores en la cumbre brillarán, y al pensar que con él está la muerte, nuestras almas con más ansia latirán. Como la madre que al niño le canta la canción de cuna que le dormirá, al arrullo de una oración santa en la tumba nuestra, flores crecerán. Marcharemos unidos, marcharemos dichosos seguros, contentos de nuestro valor, y cuando luchando a morir lleguemos, antes que rendidos, muertos con honor. Y alegres cantando el Himno glorioso de aquellos que ostentan noble cicatriz, terminemos siempre nuestro canto honroso con un viva Velarde y un viva Daoiz. Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. Orgullosos al pensar en las hazañas realizadas con honor por nuestra grey, gritemos con el alma un viva España y sienta el corazón un ¡viva el Rey!

viernes, 28 de noviembre de 2008

Con fortaleza, lealtad y valor

Las FAS pierden la mas antigua Unidad de Transmisiones, la que sirvió de "fax" en el Sitio del Santuario de Santa Maria de la Cabeza, condecorada con la Medalla Militar.

El Ejército jubila a sus palomas
ISABEL IBÁÑEZ
ABC 29/03/2008


Un sencillo y corto acto sólo para militares acabó ayer de golpe y porrazo con siglo y medio de historia. Fue en Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde tiene su base el Regimiento de Transmisiones 22. Un coronel del Ejército pronunció las palabras de despedida, agradeciendo el servicio prestado y recordando que las nuevas tecnologías están invadiendo el mercado. Las palomas ya no son lo que eran. Los cinco integrantes de la ya desaparecida Sección Colombófila del Ejército de Tierra soltaron las 300 aves mensajeras que entrenan y miman, alguno de ellos desde hace once años, y éstas, obedientes y disciplinadas como un soldado más, volaron juntas a casa, al palomar militar de El Pardo. La última misión. Hoy serán entregadas definitivamente a la Federación Española de esta disciplina.

«El Correo» adelantó en exclusiva el pasado diciembre esta noticia, que finalmente se ha hecho realidad. El Ejército, inmerso en un proceso de remodelación, tiene palomas mensajeras desde 1879, cuando creó su primer palomar en Guadalajara. En 1920 se trasladó a su sede actual de El Pardo, en Madrid. De éste dependían otros secundarios diseminados por todo el país que han ido desapareciendo paulatinamente, hasta hace un par de años, cuando cerró el penúltimo que quedaba, el de Sevilla.
Alguien podría pensar que es mal augurio esto de que el Ejército jubile a sus palomas. O a los superiores no le gustan las plumas o corren malos tiempos para el romanticismo. Los responsables de la Sección Colombófila, que ya esperan nuevo destino, reconocían en aquel artículo de hace tres meses su pena por la clausura. Decían no entender que el Ejército no tenga hueco para cinco militares y 300 pájaros. Porque están convencidos de que, en caso de destrucción de las comunicaciones, la única manera de enviar mensajes sería en las patas de esos animales. Además, destacaban la labor de «captación» que realizaban en muchos colegios, donde los niños veían así una cara amable del Ejército, alejada de tanques y bombas.

Ayer no hubo declaraciones. Y no habrá más palomas condecoradas, como la 46.415 que reposa disecada en el Museo del Ejército. Corría 1937, en plena Guerra Civil. 200 guardias civiles sublevados estaban sitiados en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, en Jaén, junto a 1.200 personas. Aguantaron 256 días el asedio de los republicanos gracias a las palomas que les conectaban con el Gobierno Militar de Córdoba y suministraban información sobre cómo hacerles llegar alimentos. La 46.415 fue herida de bala y cayó. Arrastrándose llegó a su destino, entregó el mensaje y murió. Si hoy levantara la cabeza...


BREVE RESEÑA HISTÓRICA

A finales del XIX es cuando surge la inquietud de legislar, organizar y mantener este Servicio para alcanzar su óptima rentabilidad.

-1873 Jornadas organizadas por el Ateneo del Ejército y la Armada, primera declaración de intenciones de aplicar las palomas mensajeras al Arte de la Guerra.
-17 - enero - 1879. Real Decreto establece el primer palomar militar en Guadalajara ( 2º RGTO. De Zapadores - Minadores). Finalidad: experimentar con palomas de raza belga la viabilidad de organizar un servicio de colombofilia militar.
-1884 Mensajeras son adscritas al Batallón de Telégrafos. Nacimiento del Servicio de Aerostación. Ambos se independizan en 1896. Finalidad crear raza autóctona más adaptada a nuestro país. Paralelamente aparecen primeras Sociedades Colombófilas "Colombófila de Cataluña" y la "Paloma Mensajera de Valencia". 1er Boletín Colombófilo en 1891.
-1886 Primer reglamento para el servicio de los palomares militares (a cargo del cuerpo de ingenieros militares) red debía componerse de 18 palomares.
-1894 (7 de febrero) se crea la Real Federación Española. Primer presidente el Comandante de Ingenieros D. Pedro Vives y Vich, pionero de la aviación española.
-1899 Nueva reorganización del Servicio y nuevo Reglamento arranque de la colombofilia militar moderna. Se comienzan a contemplar relaciones entre palomares civiles y militares, y la jurisdicción que sobre todos debía desarrollar el Palomar Central (todavía en Guadalajara).
-1920 Se organiza el RGTO. TRANSMISIONES PRIMER RGTO. DE TELÉGRAFOS. Traslado del Palomar Militar Central.
-21 de julio de 1923 D.O. nº 160 "Reglamento para el Servicio de Comunicaciones por Palomas Mensajeras".
-Guerra Civil: 8 meses de asedio y resistencia del Santuario Santa María de la Cabeza en Jaén.