Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. España que nos mira siempre amante recuerda nuestra Historia Militar, Militar, que su nombre siempre suena más radiante a quien supo ponerla en un altar. Su recuerdo que conmueve con terneza, dice Patria, dice Gloria, dice Amor, y evocando su mágica grandeza, morir sabremos, por salvar su honor. Tremolemos muy alto el Estandarte, sus colores en la cumbre brillarán, y al pensar que con él está la muerte, nuestras almas con más ansia latirán. Como la madre que al niño le canta la canción de cuna que le dormirá, al arrullo de una oración santa en la tumba nuestra, flores crecerán. Marcharemos unidos, marcharemos dichosos seguros, contentos de nuestro valor, y cuando luchando a morir lleguemos, antes que rendidos, muertos con honor. Y alegres cantando el Himno glorioso de aquellos que ostentan noble cicatriz, terminemos siempre nuestro canto honroso con un viva Velarde y un viva Daoiz. Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. Orgullosos al pensar en las hazañas realizadas con honor por nuestra grey, gritemos con el alma un viva España y sienta el corazón un ¡viva el Rey!

sábado, 12 de septiembre de 2009

Galeria Militar. Artillero Eugenio Altuna

"El patriotismo no consiste sólo en contar las glorias de los que hicieron grande a la Patria en el pasado, sino principalmente en imitar sus virtudes para hacerla más grande en lo porvenir."
López Núñez
En el año 1920, fuerzas del 2º de Montaña (RACA 25) luchaban en Marruecos, defendiendo el honor de España, y en una Batería tenía su puesto el Artillero 2º nacido en Tolosa, Eugenio Altuna. En las operaciones para la ocupación de Xauen, la Batería quedó aislada, no tardando mucho tiempo en ser atacada briosamente por el enemigo. La situación llegó a hacerse insostenible, sin municiones, ni víveres.
El Artillero Altuna se ofreció entonces para atravesar las lineas enemigas y llegar al campamento español en busca de socorro.
Amparado en la oscuridad de la noche, sale de la posición, el día 21 de octubre. Descubierto por el enemigo, caen sobre él varias descargas de las que se salva encaramándose a un árbol; continúa su marcha, obligándose a interrumpirla de cuando en cuando y consiguiendo al fin su intento, al reunirse con sus compañeros.
Describió la situación de la posición sitiada, organizándose una columna de socorro, de la cual él fue guía, y horas después esta columna se incorporaba a los defensores, llevándoles la salvación.
Entre otras recompensas, le fueron concedidas al Artillero Altuna, tres meses de licencia al lado de sus padres, recibiendo homenaje de todas la guarniciones de Artillería en su recorrido, desde Marruecos hasta Tolosa. Pero entre todas, la más emotiva y la más grandiosa fue la organizada por su Regimiento, coincidiendo con las fiestas de Santa Bárbara de 1920, por iniciativa del Coronel del Regimiento Ilmo. Sr. D. Joaquin Gardoqui, entusiásticamente secundad por los Jefes, Oficiales, Suboficiales y Tropa a sus órdenes.
El 4 de diciembre y procedente de Tolosa llega a Vitoria, respondiendo a una invitación hecha por una comisión del Regimiento.
A su llegada, el Coronel y como final de su vibrante arenga dijo: "Artilleros del 2º de Montaña: aqui tenéis a un valiente y a un patriota, honradle como se merece y si alguna vez las vicisitudes os colocan en un trance análogo al suyo, imitad su conducta sin vacilar, que Dios y la Patria sabran recompensároslo, ya que por desgracia para nuestra querida España, se encuentra tan necesitada de ciudadanos patriotas, valientes y leales, que sepan defenderla de sus cobardes enemigos, que de una manera tan vil y tan poco noble tratan de destruirla y deshonrarla. Artilleros de mi Regimiento ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva siempre España!"
Acto seguido, el alcalde de Vitoria entregó una medalla de la batalla de Vitoria, al alcalde de Tolosa para que la colocase en el pecho de Altuna.
Posteriormente se trasladaron al Teatro, ocupando el palco central las autoridades, entre las que se encontraban el Sr. Obispo, y en los contiguos el Artillero Altuna con los alcaldes de Vitoria y Tolosa, y las familias del Academico de la Lengua D. José Ortega Munilla, y la del Coronel del Regimiento.
El mismo dia alguien preguntó a su padre, ¿Que pensaba usted de su hijo mientras estaba en Marruecos? "No pensaba, sino que cumpliría con su obligación, no me ha sorprendido mi hijo, me han sorprendido los honores; no me lo explico, ¿es que faltan tanto aqui los hombres que cumplan con sus deberes?
Preguntado así mismo Altuna, qué pensaba hacer después del homenaje, contestó: "Tengo una licencia de tres meses. Va a concluir pronto. Volveré a Africa y cumpliré mis deberes. Yo adoro a mi Patria, yo soy español, yo quiero dedicar a España y a mi Rey todos los entusiasmos de mi alma. Volveré a ser el aldeano que fui."
Este es el Artillero Altuna, gran patriota y gran enamorado de su Patria: España.