Esta versión de algunos de los capítulos iniciales fue descubierta en posesión de una secta llamada "Hijos de Santa Bárbara".
En el comienzo era el caos, y el caos era la Infantería pues la Infantería se encontraba sola. El temor estaba con la Infantería y clamaban al Señor diciendo: "Señor sálvanos porque estamos temerosos".
Y el Señor oyó sus lamentos y colocó a algunos de ellos sobre bestias de carga y a estos los llamó Caballería.
Y entonces, cuando el Señor hubo visto lo que habia hecho, rió y dijo: "Bueno, no todo el mundo es perfecto".
La Infantería y la Caballería clamaron de nuevo al Señor diciendo: "Señor, sálvanos por que estamos temerosos".
El Señor oyó sus gritos y decidió poner fin a sus lamentos. Y el Señor les dijo: "Mirad y contemplad, os enviaré una raza de seres nobles en su corazón y espíritu". Y el Señor creó a los Artilleros. Y el Señor se dirigió a la Infantería y a la caballería y les dijo: "Cuando llegue la oscuridad, los Artilleros iluminarán vuestro camino, y cuando necesitéis algo de humo, habrá humo y cuando necesitéis proyectil rompedor, barreras, percusión instantánea o a tiempos y fuegos de contrabatería, todo ello tendréis".
Y el Señor entregó a los Artilleros unas armas enormes, cañones, obuses, y la Infantería y la Caballería estaban celosos porque ellos no tenían nada.
Y la Infantería clamaba diciendo: "Señor Tu creaste a la Infantería como reina de las Batallas y ahora has hecho a la Artillería Rey de las Batallas y bien conocido es lo que el Rey le hace a la Reina".
Y el Señor replicó: "Exacto: justo y necesario".
Y el Señor le dio a la Artillería cohetes y misiles. Y cuando la Infantería y la Caballería vieron eso, cayeron maravillados sobre sus rodillas diciendo: "Ciertamente el Señor está del lado de los más grandes, de los Artilleros".
Y el Señor dijo: "Ahora lo habeis entendido correctamente".
Así es como ahora tenemos Infantería, Caballeria y como la más grande de todas ellas es la Artillería.