Los inicios
Don Diego Flomesta Moya
nace en la población murciana de Bullas un cuatro de agosto de mil ochocientos
noventa. El uno de septiembre de mil novecientos once y tras sufrir unos duros
exámenes, ingresa por Real Orden de dieciséis de agosto, procedente de la clase
de paisano, en la Academia de Artillería (obtuvo plaza también con fecha 9 de
agosto en la Academia de Infantería). Junto a él, otros 105 compañeros eran nombrados
alumnos, entre ellos Joaquín Crame Martin (caído en Monte Arruit y
perteneciente a la 204 promoción del Real Colegio).
Por Real Orden de 29 de
junio de 1916 y con antigüedad de 23 de junio, era promovido al empleo de segundo
teniente alumno de Artillería por terminar con aprovechamiento los tres
primeros años del plan de estudios de la Academia de Artillería. Junto a él
también estaría Antonio Fernández Fontenla (caído en Tervibin), aunque saldría posteriormente
con la 206 promoción.
Tras siete años de
estudios era promovido al empleo de teniente de Artillería por promoción, con
antigüedad de 5 de septiembre, por Real Orden de 16 de septiembre de 1918. Pertenecían
también a la misma promoción Ernesto Nougues Barrera (caído en Igueriben),
Antonio Mantecón Navasal (caído en Monte Arruit), Manuel Corominas Gispert
(caído en Haf) y Lorenzo Ayala Solano (caído en Monte Arruit). Era la 205 promoción
del Real Colegio de Artillería.
Su primer destino fue
el 2º Batallón de posición, de guarnición en Mérida. Poco tiempo duró en
tierras extremeñas, ya que en noviembre del mismo año sale destinado al 6º Batallón
de posición de guarnición en Murcia, su tierra. No acabarían aquí sus
movimientos, en octubre de 1919 era destinado a la Comandancia de Artillería de
Melilla. Poco después de hacer su presentación marchó al destacamento de
Huch-Arbaa, de donde regresó el 16 de diciembre. Cuatro días después, sin
tiempo para el descanso, vuelve a ser destacado a la posición de Reyem, de
donde regresa el 13 de marzo de 1920. En mayo, al mando de la sección automovilista
de la Comandancia, marchó a Zoco Telatza, participando posteriormente en la
ocupación de Arreyen Lao, Cheif y Tamasusin Norte, quedando al mando en esta última
de la batería de posición hasta el 2 de julio. El 1 de agosto marchó a mandar
la posición de Draa número 1, hasta que el destacamento se trasladó el 14 de
diciembre a la nueva posición de Bu-Hermana. Pocos días después, el 24 de
diciembre, saldría destinado al Regimiento Mixto de Artillería de Melilla.
Quedó en esta posición hasta que se incorporó su relevo, presentándose en su
nuevo destino el 28 de enero de 1921. Conforme se presenta es destinado a la 1ª
Batería de Montaña.
En febrero queda destacado
en Annual con su batería. El 16 de marzo se haría cargo en Annual del mando y administración
de la batería el capitán D. Francisco Rubio Usera. Junto a él estarían también
en la batería los tenientes D. Fernando Gómez López, incorporado a la Batería
el 21 de enero y D. Francisco Márquez Roldan.
Antecedentes
de la operación
Para poder llegar a cumplir el plan de
ocupación de la bahía de Alhucemas, las fuerzas del general Silvestre habían
llegado a ocupar las posiciones de Annual, Izumar y Sidi Dris, llegando al límite
de elasticidad de las mismas. De esta manera se retrasaba para el otoño el paso
del Nekor. Una vez llegado a los límites del territorio de Tensaman había que
afianzar la posición ocupada de Annual y operar en el valle del Amekran
estableciendo entre otras una posición en el monte Abarran. Esta línea avanzada
seguía un trazado irregular jalonado por las posiciones de Sidi Dris, Buimeyan,
Annual, Tizi Aza, Zayudait, Yer, Loma Redonda y Zoco el Talatza. La línea de
comunicaciones estaba constituida por una carretera que tenía su inicio en
Melilla y pasaba por Nador, Zeluan, Monte Arruit, Tistutin, Batel, Dar Drius,
Ben Tieb y por ultimo Annual. Recorría un total de 135 Kilómetros.
El monte Abarrán, un macizo de 525 metros que distaba
9 Km en reducida de Annual, estaba comprendido entre el Amekran y el Uad Sidi
Hach-Brahim. Sigue la dirección perpendicular de la visual a la divisoria del
Cabo Quilates. Está compuesto de seis contrafuertes que determinan suaves
vaguadas. El acceso a dicho macizo desde el Amekran es imposible, mientras que
el acceso desde el Uad Sidi Hach-Brahim es suave.
Inicio de la operación
El día 31 de mayo se autorizó una operación de
Policía para ocupar Monte Abarrán, estando al mando de la misma el comandante
D. Jesús Villar Alvarado, Jefe de Policía del sector del Kert. La columna
formada estaba compuesta por las siguientes fuerzas:
Vanguardia
-
3 Mías de Policía
-
Harka amiga
Cuerpo Principal
-
2 secciones de fusiles de Regulares
-
2ª y 3ª compañías de ametralladoras de Ceriñola
-
2ª y 5ª compañías de Ingenieros
-
1ª batería de montaña del Mixto de Artillería.
La batería estaba formada por 4 piezas Schneider de montaña de 7 cm con 360
proyectiles. Piezas con 11 años de servicio en campaña.
-
1 compañía de Intendencia con cargas de
municiones, víveres, material de fortificación, etc. para tres días.
-
Sección de Sanidad.
-
Estación óptica
Retaguardia
-
1 sección de fusiles de Regulares
-
1 compañía de fusiles de Regulares
-
1 escuadrón de caballería de Regulares
La columna estaba formada por un total de 1461
hombres y 485 cabezas de ganado.
Fakir Mohamed Ukarach, uno de los jefes Tensaman que
vivía en las inmediaciones de Abarrán, había informado al comandante Villar de
la existencia de una harka de Beni-Urriaguel con elementos rebeldes,
la cual tenía unas fuerzas que pasaban de los tres mil hombres, aconsejando el
empleo de mas columnas para asegurar el éxito de la operación.
El uno de junio, a las doce y media de la
madrugada, la columna se encontraba formada en el más absoluto silencio y
reserva. A la una inicia la marcha desde Annual en dirección Kasba el Fokani y cruzan
el valle del Amekran sin ser vistos por el enemigo sobre las cuatro y media de
la madrugada. En este punto se les une una harka amiga de Tensaman que les
ayudaría en la toma y defensa de la posición (la dotarían con veinte mil
cartuchos). A las seis de la mañana se logra el objetivo sin realizar un solo disparo.
Los últimos componentes de la columna llegarían casi dos horas después. Con la
1ª batería marcharían los tenientes
Flomesta y Gómez López, su capitán, D. Francisco Rubio Usera se encontraba de
permiso en la Plaza.
Tras un breve descanso se iniciaron los
trabajos de fortificación. El terreno ocupado se extendía y elevaba en dirección
Este-Oeste. Al Norte, aproximadamente a mil metros, se hallaba dominada por una
loma. El asentamiento de la 1ª batería quedó en el frente Oeste, dominando un
collado que se encontraba a vanguardia de la línea de piezas. Se colocaron
sacos terreros hasta alcanzar una altura de un metro treinta centímetros
excepto en el asentamiento de la artillería en el que solo existía alguna línea
de sacos. El Kaid El Hach Haddur Boaxa, que acompaña al comandante Villar en la
columna, le insiste en la inseguridad de la posición para las tropas. No hay
agua, ni piedras, solo tierra y matorrales espesos y altos, además de los sacos
terreros, en su mayoría estaban podridos y desfondados. Al final, la posición
ocupaba un espacio de 65x12 metros, toda ella rodeada de una alambrada
sencilla, a unos treinta metros de las fortificaciones. Poca separación, apenas
el tiempo justo para realizar tres disparos de fusil.
En la
posición quedaría la siguiente guarnición:
-
Harka amiga.
-
15ª Mia de Policía al mando del capitán D. Ramón
Huelva Pallares, junto a él estaría el alférez D. Luis Fernández Martínez. Con
una fuerza de unos 100 hombres.
-
2ª compañía del I Tabor de Regulares al mando
del capitán D. Juan Salafranca Barrio (Jefe de la posición). Con él estarían
los tenientes D. Vicente Camino López, D.
Antonio Reyes Martin y el oficial moro Caíd Mohamed Ben Haida Susi. La fuerza
constaba de 100 hombres.
-
Estación óptica al mando del cabo D. Manuel
Cremades Paya con dos soldados
-
1ª batería de montaña al mando del teniente D.
Diego Flomesta Moya y 28 clases y artilleros.
Algo más de 250 hombres para defender la
posición. De ellos no más de 50 eran españoles.
El ataque a la posición
Se organizó la defensa: la policía defendería
el frente Este de la posición, la mitad del frente Norte y la correspondiente
del frente Sur, los Regulares la otra mitad de la posición. La 1ª batería
defendería el frente Oeste.
Sobre las once horas, la columna inicia el
regreso a Annual al mando del comandante Villar, haciéndolo prematura y
precipitadamente. Con ella volvería el teniente de la 1ª batería de montaña D.
Fernando Gómez López (más moderno que Flomesta) con el ganado de la batería.
También regresarían las dos compañías de ametralladoras. Un grave error. Cuando
la columna del comandante Villar estaba cruzando el Amekran sonaron los
primeros disparos. Luego el primer cañonazo. Villar no daría media vuelta para
ayudar a los cercados.
No se había levantado la segunda tienda, cuando
de pronto, aparecieron numerosos grupos de enemigos a los que se les hizo fuego de cañón a 1800 metros. La harka
amiga procedió a la defensa de la posición, pero viendo que son más numerosos y
que atacaban con gran ímpetu deciden unirse al enemigo y traicionan a las
fuerzas españolas. Flomesta observa que el enemigo se desplazaba a la derecha, por
lo que decide emplazar dos piezas en el frente Norte, continuando el fuego en
ambos frentes. Fue en este momento cuando empezó a llover torrencialmente y a
caer proyectiles en la posición. El fuego era más intenso por momentos, la
batería tiraba sobre las alambradas, en las que se encontraba el enemigo. No
solamente tiraban proyectiles los moros, usaban piedras que lanzaban con
acierto a nuestros soldados. Los rifeños asaltaban la posición por el frente de
la batería.
El capitán Huelva es el primero en caer al
recibir un disparo en el pecho procedente de la harka aliada. El alférez Fernández
corre la misma suerte y cae poco después que su capitán de un impacto en la
cara. El capitán Salafranca, mientras dirigía la defensa alentando a sus
hombres, es herido en el hombro, recibe otra en el vientre y una última en el
pecho, aun le quedarían fuerzas para mandar calar bayonetas y esbozar unas
letras a su madre. Es auxiliado por el sargento Fidel Vidal. Los dos morirían
juntos. A estas alturas ya se luchaba cuerpo a cuerpo. El teniente Reyes yace en
la alambrada en el frente Sur mientras que el teniente Camino moriría con
valentía al frente de sus hombres. La artillería no descansaba un segundo.
Flomesta y sus artilleros no dejaban de disparar sus viejas piezas. A la vez
Flomesta repartía munición entre los Regulares alentándolos al grito de: «¡Viva
los Regulares, viva España. Sois valientes, muchachos a ellos!». Ya
no quedan oficiales en la posición, tan sólo Flomesta. Manaba abundante sangre
por la cara, a causa, de haber recibido varias pedradas en ella. No podía
sostenerse en pie, se tambaleaba apoyado en una de las piezas. Aun así sigue
dirigiendo la defensa disparando un fusil en el parapeto, entre las piezas, a
la vez que manda fuego. El artillero Antonio Galán Fuertes, después de curar
las heridas del Sargento Verano, intenta curar a su teniente, el cual le
contesta: «Aquí
no se cura a nadie» a la vez que daba órdenes a la batería para
hacer fuego contra un enemigo que entraba ya en la posición. A estas alturas del combate se tira con
espoleta a cero. Los botes de metralla hacen estragos en el enemigo, pero no
logra parar a un enemigo que por momentos parece multiplicarse. A las dieciséis
horas los cañones enmudecen, no quedaba munición salvo tres proyectiles
defectuosos. El enemigo aborda la posición, los pocos defensores que quedan
venden cara su vida en un combate cuerpo a cuerpo sin salida. El oficial moro Haida,
viéndose arroyado por el enemigo y sabiendo lo que le va a ocurrir si lo cogen
vivo, se suicida con su pistola. Flomesta no tardaría en ser herido de gravedad
al ser alcanzado por un disparo en la cabeza, cerca de la sien, un hilo de vida
le queda para dar la orden de inutilizar las piezas. Él mismo, a duras penas,
inutiliza la segunda. La tercera pieza sufre una interrupción en el freno
recuperador debido al impacto de un proyectil. El cabo Daniel Zarate le quitó
el cierre y el seguro de inercia. El sargento Pedro Verano le quitó el cierre y
el seguro de inercia a la cuarta pieza cuando consumió la munición. El cierre
lo dejó en la posición y el seguro lo lanzó al barranco. El sargento Verano se
hallaba junto al teniente Flomesta batiéndose ambos contra un enemigo que los
tiene cercados por todas partes. Se abrazan y a duras penas salen por el frente
Sur, cayendo el sargento por el barranco. Puesto en pie no ve al teniente.
Flomesta queda enredado en la alambrada prácticamente sin vida. Verano fue
trasladado por cuatro moros a Dar Buimeyan. Nunca más volvería a ver a su teniente.
El panorama en la línea de piezas resulta
desolador, está sembrada de cadáveres enemigos y de artilleros. Flomesta y sus
artilleros han cumplido con lealtad su juramento. Antes que rendidos, muertos
con honor.
Un gran silencio reina en toda
la posición. Abarrán había caído en poder del enemigo. Previo pago de un
rescate (4000 pesetas por cuerpo) se recuperaron los cadáveres del capitán
Salafranca (prácticamente irreconocible) y del cabo de artillería Daniel
Zarate. Las piezas cayeron en poder del enemigo.
El cautiverio: ¿mito o realidad?
Las primeras noticias
sobre su cautiverio la dan, al parecer, un grupo de rifeños y una carta escrita
el 12 de julio a unos familiares por su compañero el teniente D. Ernesto Nougues
Barrera, muerto en Annual. ¿Podrían haberse confundido con los supuestos
militares alemanes que custodiaban las piezas en el campamento de la harka
enemiga? No hay testigos del apresamiento ni otros prisioneros que declararan
haber estado con Flomesta. Todos coinciden en haberle visto moribundo
defendiendo las piezas en los momentos finales del combate, incluso el sargento
Verano afirma verlo por última vez entre las alambradas de la posición. Es más,
la herida en la cabeza, según las declaraciones de los testigos, era mortal por
necesidad. La carta de Nougues, entre otras cosas, decía: «El teniente
de artillería que estaba en la posición que se comieron ha muerto en el
cautiverio hace pocos días. El pobre ha debido pasar ratos horribles; fue el
único oficial que cogieron vivo y como era de artillería, intentaron curarle
las dos heridas que tenia y utilizarle después para instruirles en el manejo de
las piezas; él, que vio el horroroso porvenir que se le presentaba, se negó a
tomar alimentos y ha muerto de hambre. Un verdadero héroe al que nadie conoce y
del que nadie hablara». ¿De dónde
obtuvo, entonces, la información el teniente Nougues? ¿De los primeros moros? Al
no tener noticias de su paradero, ¿pensó Nougues que cayó prisionero?
En
diversos textos, sobre su muerte, podemos leer: «Abandonado a su suerte moriría
el 30 de junio de 1921 de hambre y sed». Oficialmente causaría baja en el Ejército el
30 de junio al determinarlo así el R.D.
de 14 de septiembre de 1922, al igual que otros compañeros suyos (constaba
hasta ese momento como desaparecido), inscribiéndose su defunción en el
Registro Civil. Pero entonces ¿dónde nace la noticia de su muerte?
Tanto sus familiares,
como los compañeros del 6º pesado, publicarían sendas esquelas anunciando su fallecimiento
con fecha 10 de junio de 1921, diez días después de la perdida de Abarrán. Es
lógico pensar que el teniente Flomesta murió defendiendo la posición de Abarran
el 1 de junio de 1921.
Honores y reconocimientos
No cabe duda de que a
los héroes se les debe un reconocimiento y el caso del teniente Flomesta no sería
diferente. Como recuerdo imperecedero y ejemplo a seguir por las futuras
generaciones de artilleros.
La Laureada
Por Real Orden de 28 de
junio de 1923 se le otorga la Cruz Laureada de San Fernando, después de superar
el expediente de juicio contradictorio instruido en la Comandancia General de
Melilla, por su comportamiento el día 1 de junio de 1921 en la defensa de la
posición de monte Abarrán. La Real Orden decía así: «Después
de agotadas las municiones de las piezas que mandaba, sosteniendo la defensa
del frente atacado con preferencia por el enemigo que llegó a las alambradas, y
a pesar de estar herido, y sin consentir en ser curado, organizó la de los
demás frentes, por haber sido muertos o heridos de gravedad todos los demás
oficiales que guarnecían dicha posición, armando a los artilleros que quedaban útiles,
e imponiéndose a los indígenas que se resistían a cooperar, inutilizó por si
una pieza y ordenó se inutilizaran las demás cuando el enemigo se disponía a
asaltar la posición, permaneciendo en su puesto de inminente peligro que su
honor militar le señalaba, haciendo personalmente fuego de fusil hasta que,
invadida la repetida posición por el enemigo, fue de nuevo herido, muriendo
gloriosamente».
Se le concedió con una
pensión anual de 1500 pesetas, que a su vez se le transmitió a su padre, capitán de la Guardia Civil retirado, por
Orden 12 de agosto de 1924.
La lapida del 6º
pesado
El domingo 30 de marzo
de 1924 en el “Cuartel de Artillería” de la ciudad de Murcia, donde estuvo
destinado, se descubría una placa en la entrada del mismo. En ella se podía
leer: “Al heroico teniente Flomesta, el Ayuntamiento de Murcia”. Asistieron al
acto el gobernador militar general Baeza y el alcalde de la ciudad señor D. José
Cunqueiro Montenegro, que se dirigieron a los presentes ensalzando la figura
del teniente Flomesta. A la finalización de los discursos se desplazaron a la sala
de estandartes donde se descubrió un retrato del héroe colocado en lugar
preferente.
La lápida de la
Academia
El Coronel director de
la Academia de Artillería, D. Fernando Flórez, tomó la iniciativa para dedicar
un recuerdo especial, al joven teniente D. Diego Flomesta Moya, encargando una
lapida que acompañara a las colocadas en el Patio de Ordenes. A tal efecto
inició una suscripción con objeto de que pudiesen contribuir compañeros y
unidades del arma. Y la familia artillera respondió como se esperaba de ella.
Los ingresos ascendieron a 5650 pesetas, siendo los gastos los siguientes:
CONCEPTO
|
CANTIDAD
(Pesetas)
|
Recibo del escultor por una
lapida en mármol y bronce.
|
5200
|
Recibo del Cabildo de la
S,I.C.
|
300
|
Recibo del maestro de
capilla por música de funerales.
|
150
|
El 1 de junio de 1924
llegaba a Segovia D. Miguel Primo de Rivera. Fue recibido por las más altas autoridades
tanto civiles como militares. Una batería del Regimiento de posición con escuadra
y banda rindió los honores de ordenanza. En la Plaza Mayor esperaba en orden de
parada los alumnos de la Academia. Primo de Rivera pasó revista y se dirigió a
la catedral donde asistió al solemne funeral y oración fúnebre en recuerdo del
teniente Flomesta.
Terminadas las solemnes
honras fúnebres, Primo de Rivera presenció el desfile de la Academia. Al mando
de la formación iba el coronel director D. Fernando Flórez. Una vez todos en la
Academia y en el Patio de Ordenes, el coronel director pronunció una alocución
exaltando la figura de Flomesta. A continuación y con todos los presentes en
posición de firmes, Primo de Rivera descubre la lápida en honor de nuestro
héroe. La lápida es obra del escultor D. Aniceto Marinas García. En la placa,
de mármol blanco con caracteres dorados, está grabada la siguiente inscripción:
«Al teniente
de artillería D. Diego Flomesta Moya, heroico defensor de Abarrán (Melilla)
martirizado y muerto en el cautiverio. Sus compañeros 5-IX-1918 – VI-1921». Tras
un almuerzo, con discursos del general Correa y el alcalde de Segovia, y una
visita al Alcázar, Primo de Rivera se dirigió a la estación para realizar su
vuelta a la Corte.
El nomenclátor
En muchos lugares de España
le pusieron el nombre de teniente Flomesta a calles, avenidas, plazas,
acuartelamientos, etc. Ciudades como Barcelona, Mérida, Murcia o Bullas son
solo unos ejemplos. Como también lo es el acuartelamiento teniente Flomesta,
donde se halla ubicado el Regimiento Mixto de Artillería nº 32, heredero de
aquel Regimiento Mixto que tantas glorias dio a España.
La Batería del
Castillo de San Sebastián
En 1924 se publicaba en
el Diario Oficial del Ejército, en la sección de artillería, una Orden, que
establecía lo siguiente:
HONORES
Para perpetuar la
memoria del teniente de artillería D. Diego Flomesta y Moya, que heroicamente
se condujo en la defensa de Abarrán, donde recibió graves heridas y fue hecho
prisionero, y en cuyo cautiverio tuvo gloriosa muerte, dando singular ejemplo
de valor y patriotismo, se dispone que la batería de cañones de 30,5
centímetros Krupp, hoy sin nombre, emplazada en el Castillo de San Sebastián de
la plaza de Cádiz, se denomine en lo sucesivo "Batería del teniente Flomesta".
23 de diciembre de 1923
Señor Capitán General de
la segunda Región
Señor Capitán General
Jefe del Estado Mayor Central del Ejército
El busto en el Círculo
del Ejército y de la Armada
En dicho Círculo de Barcelona,
el 22 de mayo de 1926, se celebró un solemne acto de descubrir un busto en
bronce en honor del teniente Flomesta. El comandante de artillería D. Pablo
Enseñat fue el encargado de enaltecer la memoria del héroe. Asistieron al acto los
generales Emilio Barrera y Miguel Correa, capitán general y gobernador militar
respectivamente, Jefes de Cuerpo y oficiales de la guarnición.
El ascenso a capitán
El Rey D. Alfonso XIII,
de acuerdo con el consejo de Ministros y por Resolución de 21 de marzo de 1928,
concedió al teniente Flomesta, después de instruido el correspondiente juicio contradictorio,
el empleo de capitán de su escala y arma con antigüedad de 24 de julio de 1921.
A.H.N. Tribunal Supremo Reservado exp. 50/8, declaración del policía de la 15ª Mía Kaddur
Dreus Buayus pág. 1700. Las vio en el campamento de la harca enemiga,
custodiadas por varios militares alemanes.
CRÉDITOS IMÁGENES
1. Esquela del Teniente Flomesta. Diario La Verdad,
Murcia 10/06/1921
2. Lamina Cañón Schneider 70mm Montaña.
3. Placa en honor del Teniente Flomesta. Patio de
Ordenes Academia de Artillería. Tcol. C.J.G.A. via
Tcol. F.T.M.R.
4. Plano posiciones. Expediente Picasso.
5. Componentes de la 1ª Batería en la posición de
Monte Abarran.
6. Cuadro del Teniente D. Diego Flomesta Moya. Museo
Histórico Militar de Valencia. Pablo Ortega Enríquez.
7. Detalle cuadro del Teniente D. Diego Flomesta
Moya. Museo Histórico Militar de Valencia. Pablo Ortega Enriquez
8. Bateria del Castillo de San Sebastian (Cadiz). Coleccion del autor.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
- PANDO DESPIERTO,
Juan: Historia secreta de Annual. Ed.
Ediciones Temas de Hoy, Madrid, 1999.
- PEREZ DE SEVILLA
Y AYALA, Vicente: Recuerdos imborrables.
Ed. Imprenta de la Academia de Artillería, Segovia, 1972.
- S.H.M.: Historia de las Campañas de Marruecos.
Madrid, 1981, Tomo III.
- A.G.M.S. Sección
1ª, Legajo F-1494. Hoja matriz de servicios del Teniente D. Diego Flomesta
Moya.
- A.G.M.S. Sección
9ª, caja 2120-17122. Expediente de Juicio Contradictorio, en esclarecimiento de
si procede o no, la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando al Teniente
D. Diego Flomesta Moya por su comportamiento el 1 de junio de 1921 en la
defensa de la posición de Abarran.
- A.H.N. Tribunal
Supremo Reservado. Información Gubernativa instruida por el General de División
Juan Picasso González (Expediente Picasso).
- Expediente en
averiguación del paradero del Teniente de Artillería D. Diego Flomesta Moya.
Desaparecido en la posición de Abarran. Comandancia General de Melilla 1921.
Juzgado permanente. Regimiento de Artillería Mixto nº 32.
- Diario Oficial
del Ministerio de la Guerra.
- Diarios:
·
La Vanguardia
·
ABC
·
La Verdad. Murcia
·
El Liberal. Murcia
·
El Tiempo. Murcia
·
El Telegrama del Rif
Articulo publicado en el Memorial de Artillería 171/1 Junio 2015. Autor Javier Ortega Quero
9 comentarios:
"... Antes que rendirnos, muertos con honor,..."
Un abrazo,... artillero.
A los que mueren por su Patria, les recoge la Inmortalidad.
Gracias Artillero, un fuerte abrazo.
Hombre, me he quedado muy sorprendido de ver que el aspecto heroico de este héroe Artillero no se recoge en su biografía. Me parece que no deben silenciar que fue capturado y herido y que, al conocer que lo querían curar para que les enseñara a manejar las piezas de artillería capturadas, se negó a comer, quitándose sus vendajes, por lo que murió al cabo de un mes, prácticamente de debilidad y agotamiento y posiblemente de inanición.
Por otra parte me gustaría saber si en este triste período de la historia de España que atravesamos los rojos han permitido que quede alguna calle o plaza con el nombre de este héroe.
Atentamente, Kantidubi
Estimado Kantidubi, ante todo muchas gracias por visitar y participar en este blog.
Referente a su inquietud sobre el hecho de silenciar el aspecto heroico del Teniente Flomesta en el cautiverio, he de decirle que la creencia durante todos estos años ha sido que nuestro heroe perecio en el cautiverio dejandose morir para evitar enseñar a los moros el manejo de los cañones capturados. Es mas, en el patio de ordenes de la Academia de Artilleria hay una placa conmemorativa ofrecida por sus compañeros en la que se puede leer que fue "martirizado y muerto en el cautiverio". Estudios posteriores nos demuestran que todo esta abierto a continua revision ya que en la prensa de la epoca, en obras del Servicio Historico Militar y otros documentos (vease su esquela por ejemplo) demuestran claramente que el Teniente Flomesta murio durante el asalto a la posicion, concretamente de un impacto de bala en la cabeza. ¿De donde salió la leyenda posterior? ¿como se ha mantenido hasta ahora? Tal vez sea el haberse basado solo en un documento (el expediente Picaso). Hoy esta abierto a una continua revision con nuevos estudios etc.
Respecto a si han mantenido alguna calle con su nombre, ahora mismo lo desconozco. Se que en Murcia si habia alguna. No me extrañaria que la quitaran cuando en el año 2007 ya quiso este gobierno quitar una calle dedicada a los Heroes de Baler aduciendo que eran "fascistas". Hubo que recordarles que estos heroes datan de 1898 y su accion fue en Filipinas.
Una vez mas muchas gracias por participar en este blog que esta a su entera disposicion.
Existe una historia en la Academia de Artillería en la que se cuenta que, habiendo sido capturado el teniente Flomesta, murió heroicamente por negarse a enseñar a las harcas morunas el funcionamiento de las piezas capturadas.
Como había salido en el último puesto de su promoción, sus compañeros, con respeto pero con sorna, decían que era porque no lo sabía.
Por eso, al último de todas las promociones se le llama cariñosamente "Flomesta".
P.S.: Espero que no le apliquen la Ley de la Memoria Histórica.
Muy interesante ese detalle sobre las promociones de artillería. Todos los dñias se aprende algo nuevo.
Un saludo a todos
Javier
He de decir q es un orgullo ser del mismo pueblo q este héroe, y que en bullas (Murcia), su pueblo natal, existe una plaza con su nombre.
¡Viva España!
Buenas tardes. Llego tarde, muy tarde, a este fantástico artículo y al fenomenal comentario de F La C, pero es hoy cuando teóricamente se cumple el aniversario de los hechos que han dado gloria y honor al Teniente de Artillería Flomestas al que Dios guarda en su seno y por eso he descubierto esta merecida página. Y digo fenomenal comentario de F La C porque, como otro comentarista, desconocía la tradición que ha comentado a pesar de ser hijo de artillero. Y me parece muy acertada esa jocosa tradición que lo único que hace es mantener viva la memoria del Teniente de Artillería Flomesta. Eso y el hecho de que a tres de las columnas de la Academia de Artillería las llaman Fe, Esperanza y Caridad (como las tres virtudes teologales) y,traducidas a lo artillero, como Daoiz, Velarde y Flomesta.
Muchas gracias por este tipo de webs.
Un saludo
Muchas gracias por su visita y elogios. Y muchas más tradiciones, historias y leyendas que tiene nuestra Arma y Academia. A su disposición.
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