Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. España que nos mira siempre amante recuerda nuestra Historia Militar, Militar, que su nombre siempre suena más radiante a quien supo ponerla en un altar. Su recuerdo que conmueve con terneza, dice Patria, dice Gloria, dice Amor, y evocando su mágica grandeza, morir sabremos, por salvar su honor. Tremolemos muy alto el Estandarte, sus colores en la cumbre brillarán, y al pensar que con él está la muerte, nuestras almas con más ansia latirán. Como la madre que al niño le canta la canción de cuna que le dormirá, al arrullo de una oración santa en la tumba nuestra, flores crecerán. Marcharemos unidos, marcharemos dichosos seguros, contentos de nuestro valor, y cuando luchando a morir lleguemos, antes que rendidos, muertos con honor. Y alegres cantando el Himno glorioso de aquellos que ostentan noble cicatriz, terminemos siempre nuestro canto honroso con un viva Velarde y un viva Daoiz. Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. Orgullosos al pensar en las hazañas realizadas con honor por nuestra grey, gritemos con el alma un viva España y sienta el corazón un ¡viva el Rey!

sábado, 29 de diciembre de 2007

El Génesis (Humor)

Esta versión de algunos de los capítulos iniciales fue descubierta en posesión de una secta llamada "Hijos de Santa Bárbara".

En el comienzo era el caos, y el caos era la Infantería pues la Infantería se encontraba sola. El temor estaba con la Infantería y clamaban al Señor diciendo: "Señor sálvanos porque estamos temerosos".

Y el Señor oyó sus lamentos y colocó a algunos de ellos sobre bestias de carga y a estos los llamó Caballería.

Y entonces, cuando el Señor hubo visto lo que habia hecho, rió y dijo: "Bueno, no todo el mundo es perfecto".

La Infantería y la Caballería clamaron de nuevo al Señor diciendo: "Señor, sálvanos por que estamos temerosos".

El Señor oyó sus gritos y decidió poner fin a sus lamentos. Y el Señor les dijo: "Mirad y contemplad, os enviaré una raza de seres nobles en su corazón y espíritu". Y el Señor creó a los Artilleros. Y el Señor se dirigió a la Infantería y a la caballería y les dijo: "Cuando llegue la oscuridad, los Artilleros iluminarán vuestro camino, y cuando necesitéis algo de humo, habrá humo y cuando necesitéis proyectil rompedor, barreras, percusión instantánea o a tiempos y fuegos de contrabatería, todo ello tendréis".

Y el Señor entregó a los Artilleros unas armas enormes, cañones, obuses, y la Infantería y la Caballería estaban celosos porque ellos no tenían nada.


Y la Infantería clamaba diciendo: "Señor Tu creaste a la Infantería como reina de las Batallas y ahora has hecho a la Artillería Rey de las Batallas y bien conocido es lo que el Rey le hace a la Reina".


Y el Señor replicó: "Exacto: justo y necesario".


Y el Señor le dio a la Artillería cohetes y misiles. Y cuando la Infantería y la Caballería vieron eso, cayeron maravillados sobre sus rodillas diciendo: "Ciertamente el Señor está del lado de los más grandes, de los Artilleros".


Y el Señor dijo: "Ahora lo habeis entendido correctamente".


Así es como ahora tenemos Infantería, Caballeria y como la más grande de todas ellas es la Artillería.