Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. España que nos mira siempre amante recuerda nuestra Historia Militar, Militar, que su nombre siempre suena más radiante a quien supo ponerla en un altar. Su recuerdo que conmueve con terneza, dice Patria, dice Gloria, dice Amor, y evocando su mágica grandeza, morir sabremos, por salvar su honor. Tremolemos muy alto el Estandarte, sus colores en la cumbre brillarán, y al pensar que con él está la muerte, nuestras almas con más ansia latirán. Como la madre que al niño le canta la canción de cuna que le dormirá, al arrullo de una oración santa en la tumba nuestra, flores crecerán. Marcharemos unidos, marcharemos dichosos seguros, contentos de nuestro valor, y cuando luchando a morir lleguemos, antes que rendidos, muertos con honor. Y alegres cantando el Himno glorioso de aquellos que ostentan noble cicatriz, terminemos siempre nuestro canto honroso con un viva Velarde y un viva Daoiz. Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. Orgullosos al pensar en las hazañas realizadas con honor por nuestra grey, gritemos con el alma un viva España y sienta el corazón un ¡viva el Rey!

sábado, 13 de marzo de 2010

Teniente D. Diego Flomesta Moya

Los inicios

Don Diego Flomesta Moya nace en la población murciana de Bullas un cuatro de agosto de mil ochocientos noventa. El uno de septiembre de mil novecientos once y tras sufrir unos duros exámenes, ingresa por Real Orden de dieciséis de agosto, procedente de la clase de paisano, en la Academia de Artillería (obtuvo plaza también con fecha 9 de agosto en la Academia de Infantería). Junto a él, otros 105 compañeros eran nombrados alumnos, entre ellos Joaquín Crame Martin (caído en Monte Arruit y perteneciente a la 204 promoción del Real Colegio).

Por Real Orden de 29 de junio de 1916 y con antigüedad de 23 de junio, era promovido al empleo de segundo teniente alumno de Artillería por terminar con aprovechamiento los tres primeros años del plan de estudios de la Academia de Artillería. Junto a él también estaría Antonio Fernández Fontenla (caído en Tervibin), aunque saldría posteriormente con la 206 promoción.
Tras siete años de estudios era promovido al empleo de teniente de Artillería por promoción, con antigüedad de 5 de septiembre, por Real Orden de 16 de septiembre de 1918. Pertenecían también a la misma promoción Ernesto Nougues Barrera (caído en Igueriben), Antonio Mantecón Navasal (caído en Monte Arruit), Manuel Corominas Gispert (caído en Haf) y Lorenzo Ayala Solano (caído en Monte Arruit). Era la 205 promoción del Real Colegio de Artillería.

Su primer destino fue el 2º Batallón de posición, de guarnición en Mérida. Poco tiempo duró en tierras extremeñas, ya que en noviembre del mismo año sale destinado al 6º Batallón de posición de guarnición en Murcia, su tierra. No acabarían aquí sus movimientos, en octubre de 1919 era destinado a la Comandancia de Artillería de Melilla. Poco después de hacer su presentación marchó al destacamento de Huch-Arbaa, de donde regresó el 16 de diciembre. Cuatro días después, sin tiempo para el descanso, vuelve a ser destacado a la posición de Reyem, de donde regresa el 13 de marzo de 1920. En mayo, al mando de la sección automovilista de la Comandancia, marchó a Zoco Telatza, participando posteriormente en la ocupación de Arreyen Lao, Cheif y Tamasusin Norte, quedando al mando en esta última de la batería de posición hasta el 2 de julio. El 1 de agosto marchó a mandar la posición de Draa número 1, hasta que el destacamento se trasladó el 14 de diciembre a la nueva posición de Bu-Hermana. Pocos días después, el 24 de diciembre, saldría destinado al Regimiento Mixto de Artillería de Melilla. Quedó en esta posición hasta que se incorporó su relevo, presentándose en su nuevo destino el 28 de enero de 1921. Conforme se presenta es destinado a la 1ª Batería de Montaña.

En febrero queda destacado en Annual con su batería. El 16 de marzo se haría cargo en Annual del mando y administración de la batería el capitán D. Francisco Rubio Usera. Junto a él estarían también en la batería los tenientes D. Fernando Gómez López, incorporado a la Batería el 21 de enero y D. Francisco Márquez Roldan.

Antecedentes de la operación

Para poder llegar a cumplir el plan de ocupación de la bahía de Alhucemas, las fuerzas del general Silvestre habían llegado a ocupar las posiciones de Annual, Izumar y Sidi Dris, llegando al límite de elasticidad de las mismas. De esta manera se retrasaba para el otoño el paso del Nekor. Una vez llegado a los límites del territorio de Tensaman había que afianzar la posición ocupada de Annual y operar en el valle del Amekran estableciendo entre otras una posición en el monte Abarran. Esta línea avanzada seguía un trazado irregular jalonado por las posiciones de Sidi Dris, Buimeyan, Annual, Tizi Aza, Zayudait, Yer, Loma Redonda y Zoco el Talatza. La línea de comunicaciones estaba constituida por una carretera que tenía su inicio en Melilla y pasaba por Nador, Zeluan, Monte Arruit, Tistutin, Batel, Dar Drius, Ben Tieb y por ultimo Annual. Recorría un total de 135 Kilómetros.

El monte Abarrán, un macizo de 525 metros que distaba 9 Km en reducida de Annual, estaba comprendido entre el Amekran y el Uad Sidi Hach-Brahim. Sigue la dirección perpendicular de la visual a la divisoria del Cabo Quilates. Está compuesto de seis contrafuertes que determinan suaves vaguadas. El acceso a dicho macizo desde el Amekran es imposible, mientras que el acceso desde el Uad Sidi Hach-Brahim es suave[1].

Inicio de la operación

El día 31 de mayo se autorizó una operación de Policía para ocupar Monte Abarrán, estando al mando de la misma el comandante D. Jesús Villar Alvarado, Jefe de Policía del sector del Kert. La columna formada estaba compuesta por las siguientes fuerzas:

Vanguardia
-        3 Mías de Policía
-        Harka amiga
Cuerpo Principal
-        2 secciones de fusiles de Regulares
-        2ª y 3ª compañías de ametralladoras de Ceriñola
-        2ª y 5ª compañías de Ingenieros
-        1ª batería de montaña del Mixto de Artillería. La batería estaba formada por 4 piezas Schneider de montaña de 7 cm con 360 proyectiles. Piezas con 11 años de servicio en campaña.
-        1 compañía de Intendencia con cargas de municiones, víveres, material de fortificación, etc. para tres días.
-        Sección de Sanidad.
-        Estación óptica
Retaguardia
-        1 sección de fusiles de Regulares
-        1 compañía de fusiles de Regulares
-        1 escuadrón de caballería de Regulares

La columna estaba formada por un total de 1461 hombres y 485 cabezas de ganado.

Fakir Mohamed Ukarach, uno de los jefes Tensaman que vivía en las inmediaciones de Abarrán, había informado al comandante Villar de la existencia de una harka de Beni-Urriaguel con elementos rebeldes, la cual tenía unas fuerzas que pasaban de los tres mil hombres, aconsejando el empleo de mas columnas para asegurar el éxito de la operación.

El uno de junio, a las doce y media de la madrugada, la columna se encontraba formada en el más absoluto silencio y reserva. A la una inicia la marcha desde Annual en dirección Kasba el Fokani y cruzan el valle del Amekran sin ser vistos por el enemigo sobre las cuatro y media de la madrugada. En este punto se les une una harka amiga de Tensaman que les ayudaría en la toma y defensa de la posición (la dotarían con veinte mil cartuchos). A las seis de la mañana se logra el objetivo sin realizar un solo disparo. Los últimos componentes de la columna llegarían casi dos horas después. Con la 1ª batería marcharían  los tenientes Flomesta y Gómez López, su capitán, D. Francisco Rubio Usera se encontraba de permiso en la Plaza.

Tras un breve descanso se iniciaron los trabajos de fortificación. El terreno ocupado se extendía y elevaba en dirección Este-Oeste. Al Norte, aproximadamente a mil metros, se hallaba dominada por una loma. El asentamiento de la 1ª batería quedó en el frente Oeste, dominando un collado que se encontraba a vanguardia de la línea de piezas. Se colocaron sacos terreros hasta alcanzar una altura de un metro treinta centímetros excepto en el asentamiento de la artillería en el que solo existía alguna línea de sacos. El Kaid El Hach Haddur Boaxa, que acompaña al comandante Villar en la columna, le insiste en la inseguridad de la posición para las tropas. No hay agua, ni piedras, solo tierra y matorrales espesos y altos, además de los sacos terreros, en su mayoría estaban podridos y desfondados. Al final, la posición ocupaba un espacio de 65x12 metros, toda ella rodeada de una alambrada sencilla, a unos treinta metros de las fortificaciones. Poca separación, apenas el tiempo justo para realizar tres disparos de fusil.

 En la posición quedaría la siguiente guarnición:

-        Harka amiga.
-        15ª Mia de Policía al mando del capitán D. Ramón Huelva Pallares, junto a él estaría el alférez D. Luis Fernández Martínez. Con una fuerza de unos 100 hombres.
-        2ª compañía del I Tabor de Regulares al mando del capitán D. Juan Salafranca Barrio (Jefe de la posición). Con él estarían los tenientes D. Vicente Camino López,  D. Antonio Reyes Martin y el oficial moro Caíd Mohamed Ben Haida Susi. La fuerza constaba de 100 hombres.
-        Estación óptica al mando del cabo D. Manuel Cremades Paya con dos soldados
-        1ª batería de montaña al mando del teniente D. Diego Flomesta Moya y 28 clases y artilleros.

Algo más de 250 hombres para defender la posición. De ellos no más de 50 eran españoles.

El ataque a la posición

Se organizó la defensa: la policía defendería el frente Este de la posición, la mitad del frente Norte y la correspondiente del frente Sur, los Regulares la otra mitad de la posición. La 1ª batería defendería el frente Oeste.

Sobre las once horas, la columna inicia el regreso a Annual al mando del comandante Villar, haciéndolo prematura y precipitadamente. Con ella volvería el teniente de la 1ª batería de montaña D. Fernando Gómez López (más moderno que Flomesta) con el ganado de la batería. También regresarían las dos compañías de ametralladoras. Un grave error. Cuando la columna del comandante Villar estaba cruzando el Amekran sonaron los primeros disparos. Luego el primer cañonazo. Villar no daría media vuelta para ayudar a los cercados.

No se había levantado la segunda tienda, cuando de pronto, aparecieron numerosos grupos de enemigos a los que se les  hizo fuego de cañón a 1800 metros. La harka amiga procedió a la defensa de la posición, pero viendo que son más numerosos y que atacaban con gran ímpetu deciden unirse al enemigo y traicionan a las fuerzas españolas. Flomesta observa que el enemigo se desplazaba a la derecha, por lo que decide emplazar dos piezas en el frente Norte, continuando el fuego en ambos frentes. Fue en este momento cuando empezó a llover torrencialmente y a caer proyectiles en la posición. El fuego era más intenso por momentos, la batería tiraba sobre las alambradas, en las que se encontraba el enemigo. No solamente tiraban proyectiles los moros, usaban piedras que lanzaban con acierto a nuestros soldados. Los rifeños asaltaban la posición por el frente de la batería.
El capitán Huelva es el primero en caer al recibir un disparo en el pecho procedente de la harka aliada. El alférez Fernández corre la misma suerte y cae poco después que su capitán de un impacto en la cara. El capitán Salafranca, mientras dirigía la defensa alentando a sus hombres, es herido en el hombro, recibe otra en el vientre y una última en el pecho, aun le quedarían fuerzas para mandar calar bayonetas y esbozar unas letras a su madre. Es auxiliado por el sargento Fidel Vidal. Los dos morirían juntos. A estas alturas ya se luchaba cuerpo a cuerpo. El teniente Reyes yace en la alambrada en el frente Sur mientras que el teniente Camino moriría con valentía al frente de sus hombres. La artillería no descansaba un segundo. Flomesta y sus artilleros no dejaban de disparar sus viejas piezas. A la vez Flomesta repartía munición entre los Regulares alentándolos al grito de: «¡Viva los Regulares, viva España. Sois valientes, muchachos a ellos!». Ya no quedan oficiales en la posición, tan sólo Flomesta. Manaba abundante sangre por la cara, a causa, de haber recibido varias pedradas en ella. No podía sostenerse en pie, se tambaleaba apoyado en una de las piezas. Aun así sigue dirigiendo la defensa disparando un fusil en el parapeto, entre las piezas, a la vez que manda fuego. El artillero Antonio Galán Fuertes, después de curar las heridas del Sargento Verano, intenta curar a su teniente, el cual le contesta: «Aquí no se cura a nadie» a la vez que daba órdenes a la batería para hacer fuego contra un enemigo que entraba ya en la posición.  A estas alturas del combate se tira con espoleta a cero. Los botes de metralla hacen estragos en el enemigo, pero no logra parar a un enemigo que por momentos parece multiplicarse. A las dieciséis horas los cañones enmudecen, no quedaba munición salvo tres proyectiles defectuosos. El enemigo aborda la posición, los pocos defensores que quedan venden cara su vida en un combate cuerpo a cuerpo sin salida. El oficial moro Haida, viéndose arroyado por el enemigo y sabiendo lo que le va a ocurrir si lo cogen vivo, se suicida con su pistola. Flomesta no tardaría en ser herido de gravedad al ser alcanzado por un disparo en la cabeza, cerca de la sien, un hilo de vida le queda para dar la orden de inutilizar las piezas. Él mismo, a duras penas, inutiliza la segunda. La tercera pieza sufre una interrupción en el freno recuperador debido al impacto de un proyectil. El cabo Daniel Zarate le quitó el cierre y el seguro de inercia. El sargento Pedro Verano le quitó el cierre y el seguro de inercia a la cuarta pieza cuando consumió la munición. El cierre lo dejó en la posición y el seguro lo lanzó al barranco. El sargento Verano se hallaba junto al teniente Flomesta batiéndose ambos contra un enemigo que los tiene cercados por todas partes. Se abrazan y a duras penas salen por el frente Sur, cayendo el sargento por el barranco. Puesto en pie no ve al teniente. Flomesta queda enredado en la alambrada prácticamente sin vida. Verano fue trasladado por cuatro moros a Dar Buimeyan. Nunca más volvería a ver a su teniente.

El panorama en la línea de piezas resulta desolador, está sembrada de cadáveres enemigos y de artilleros. Flomesta y sus artilleros han cumplido con lealtad su juramento. Antes que rendidos, muertos con honor.

Un gran silencio reina en toda la posición. Abarrán había caído en poder del enemigo. Previo pago de un rescate (4000 pesetas por cuerpo) se recuperaron los cadáveres del capitán Salafranca (prácticamente irreconocible) y del cabo de artillería Daniel Zarate. Las piezas cayeron en poder del enemigo[2].



El cautiverio: ¿mito o realidad?

Las primeras noticias sobre su cautiverio la dan, al parecer, un grupo de rifeños y una carta escrita el 12 de julio a unos familiares por su compañero el teniente D. Ernesto Nougues Barrera, muerto en Annual. ¿Podrían haberse confundido con los supuestos militares alemanes que custodiaban las piezas en el campamento de la harka enemiga? No hay testigos del apresamiento ni otros prisioneros que declararan haber estado con Flomesta. Todos coinciden en haberle visto moribundo defendiendo las piezas en los momentos finales del combate, incluso el sargento Verano afirma verlo por última vez entre las alambradas de la posición. Es más, la herida en la cabeza, según las declaraciones de los testigos, era mortal por necesidad. La carta de Nougues, entre otras cosas, decía: «El teniente de artillería que estaba en la posición que se comieron ha muerto en el cautiverio hace pocos días. El pobre ha debido pasar ratos horribles; fue el único oficial que cogieron vivo y como era de artillería, intentaron curarle las dos heridas que tenia y utilizarle después para instruirles en el manejo de las piezas; él, que vio el horroroso porvenir que se le presentaba, se negó a tomar alimentos y ha muerto de hambre. Un verdadero héroe al que nadie conoce y del que nadie hablara». ¿De dónde obtuvo, entonces, la información el teniente Nougues? ¿De los primeros moros? Al no tener noticias de su paradero, ¿pensó Nougues que cayó prisionero?

En diversos textos, sobre su muerte, podemos leer: «Abandonado a su suerte moriría el 30 de junio de 1921 de hambre y sed». Oficialmente causaría baja en el Ejército el 30 de junio al determinarlo así el  R.D. de 14 de septiembre de 1922, al igual que otros compañeros suyos (constaba hasta ese momento como desaparecido), inscribiéndose su defunción en el Registro Civil. Pero entonces ¿dónde nace la noticia de su muerte?


Tanto sus familiares, como los compañeros del 6º pesado, publicarían sendas esquelas anunciando su fallecimiento con fecha 10 de junio de 1921, diez días después de la perdida de Abarrán. Es lógico pensar que el teniente Flomesta murió defendiendo la posición de Abarran el 1 de junio de 1921.

Honores y reconocimientos

No cabe duda de que a los héroes se les debe un reconocimiento y el caso del teniente Flomesta no sería diferente. Como recuerdo imperecedero y ejemplo a seguir por las futuras generaciones de artilleros.

La Laureada

Por Real Orden de 28 de junio de 1923 se le otorga la Cruz Laureada de San Fernando, después de superar el expediente de juicio contradictorio instruido en la Comandancia General de Melilla, por su comportamiento el día 1 de junio de 1921 en la defensa de la posición de monte Abarrán. La Real Orden decía así: «Después de agotadas las municiones de las piezas que mandaba, sosteniendo la defensa del frente atacado con preferencia por el enemigo que llegó a las alambradas, y a pesar de estar herido, y sin consentir en ser curado, organizó la de los demás frentes, por haber sido muertos o heridos de gravedad todos los demás oficiales que guarnecían dicha posición, armando a los artilleros que quedaban útiles, e imponiéndose a los indígenas que se resistían a cooperar, inutilizó por si una pieza y ordenó se inutilizaran las demás cuando el enemigo se disponía a asaltar la posición, permaneciendo en su puesto de inminente peligro que su honor militar le señalaba, haciendo personalmente fuego de fusil hasta que, invadida la repetida posición por el enemigo, fue de nuevo herido, muriendo gloriosamente».

Se le concedió con una pensión anual de 1500 pesetas, que a su vez se le transmitió a su padre,  capitán de la Guardia Civil retirado, por Orden 12 de agosto de 1924.

La lapida del 6º pesado

El domingo 30 de marzo de 1924 en el “Cuartel de Artillería” de la ciudad de Murcia, donde estuvo destinado, se descubría una placa en la entrada del mismo. En ella se podía leer: “Al heroico teniente Flomesta, el Ayuntamiento de Murcia”. Asistieron al acto el gobernador militar general Baeza y el alcalde de la ciudad señor D. José Cunqueiro Montenegro, que se dirigieron a los presentes ensalzando la figura del teniente Flomesta. A la finalización de los discursos se desplazaron a la sala de estandartes donde se descubrió un retrato del héroe colocado en lugar preferente.

La lápida de la Academia

El Coronel director de la Academia de Artillería, D. Fernando Flórez, tomó la iniciativa para dedicar un recuerdo especial, al joven teniente D. Diego Flomesta Moya, encargando una lapida que acompañara a las colocadas en el Patio de Ordenes. A tal efecto inició una suscripción con objeto de que pudiesen contribuir compañeros y unidades del arma. Y la familia artillera respondió como se esperaba de ella. Los ingresos ascendieron a 5650 pesetas, siendo los gastos los siguientes:

CONCEPTO
CANTIDAD (Pesetas)
Recibo del escultor por una lapida en mármol y bronce.
5200
Recibo del Cabildo de la S,I.C.
300
Recibo del maestro de capilla por música de funerales.
150

El 1 de junio de 1924 llegaba a Segovia D. Miguel Primo de Rivera. Fue recibido por las más altas autoridades tanto civiles como militares. Una batería del Regimiento de posición con escuadra y banda rindió los honores de ordenanza. En la Plaza Mayor esperaba en orden de parada los alumnos de la Academia. Primo de Rivera pasó revista y se dirigió a la catedral donde asistió al solemne funeral y oración fúnebre en recuerdo del teniente Flomesta.


Terminadas las solemnes honras fúnebres, Primo de Rivera presenció el desfile de la Academia. Al mando de la formación iba el coronel director D. Fernando Flórez. Una vez todos en la Academia y en el Patio de Ordenes, el coronel director pronunció una alocución exaltando la figura de Flomesta. A continuación y con todos los presentes en posición de firmes, Primo de Rivera descubre la lápida en honor de nuestro héroe. La lápida es obra del escultor D. Aniceto Marinas García. En la placa, de mármol blanco con caracteres dorados, está grabada la siguiente inscripción: «Al teniente de artillería D. Diego Flomesta Moya, heroico defensor de Abarrán (Melilla) martirizado y muerto en el cautiverio. Sus compañeros 5-IX-1918 – VI-1921». Tras un almuerzo, con discursos del general Correa y el alcalde de Segovia, y una visita al Alcázar, Primo de Rivera se dirigió a la estación para realizar su vuelta a la Corte.

El nomenclátor

En muchos lugares de España le pusieron el nombre de teniente Flomesta a calles, avenidas, plazas, acuartelamientos, etc. Ciudades como Barcelona, Mérida, Murcia o Bullas son solo unos ejemplos. Como también lo es el acuartelamiento teniente Flomesta, donde se halla ubicado el Regimiento Mixto de Artillería nº 32, heredero de aquel Regimiento Mixto que tantas glorias dio a España.

La Batería del Castillo de San Sebastián

En 1924 se publicaba en el Diario Oficial del Ejército, en la sección de artillería, una Orden, que establecía lo siguiente:

HONORES
Para perpetuar la memoria del teniente de artillería D. Diego Flomesta y Moya, que heroicamente se condujo en la defensa de Abarrán, donde recibió graves heridas y fue hecho prisionero, y en cuyo cautiverio tuvo gloriosa muerte, dando singular ejemplo de valor y patriotismo, se dispone que la batería de cañones de 30,5 centímetros Krupp, hoy sin nombre, emplazada en el Castillo de San Sebastián de la plaza de Cádiz, se denomine en lo sucesivo "Batería del teniente Flomesta".

23 de diciembre de 1923
Señor Capitán General de la segunda Región
Señor Capitán General Jefe del Estado Mayor Central del Ejército


El busto en el Círculo del Ejército y de la Armada

En dicho Círculo de Barcelona, el 22 de mayo de 1926, se celebró un solemne acto de descubrir un busto en bronce en honor del teniente Flomesta. El comandante de artillería D. Pablo Enseñat fue el encargado de enaltecer la memoria del héroe. Asistieron al acto los generales Emilio Barrera y Miguel Correa, capitán general y gobernador militar respectivamente, Jefes de Cuerpo y oficiales de la guarnición.


El ascenso a capitán

El Rey D. Alfonso XIII, de acuerdo con el consejo de Ministros y por Resolución de 21 de marzo de 1928, concedió al teniente Flomesta, después de instruido el correspondiente juicio contradictorio, el empleo de capitán de su escala y arma con antigüedad de 24 de julio de 1921.





[1] Orden dada al Comandante de Caballería D. Jesús Villar Alvarado, Jefe del sector del Kert, para estudiar tres operaciones en Tensaman que tuvieran por finalidad establecer posiciones en Axdir, Monte Abarrán y otra intermedia entre esta y la divisoria del Cabo Quilates.
[2] A.H.N. Tribunal Supremo Reservado exp. 50/8, declaración del policía de la 15ª Mía Kaddur Dreus Buayus pág. 1700. Las vio en el campamento de la harca enemiga, custodiadas por varios militares alemanes.


CRÉDITOS IMÁGENES

1.             Esquela del Teniente Flomesta. Diario La Verdad, Murcia 10/06/1921
2.             Lamina Cañón Schneider 70mm Montaña.
3.             Placa en honor del Teniente Flomesta. Patio de Ordenes Academia de Artillería. Tcol. C.J.G.A. via Tcol. F.T.M.R.
4.             Plano posiciones. Expediente Picasso.
5.             Componentes de la 1ª Batería en la posición de Monte Abarran.
6.             Cuadro del Teniente D. Diego Flomesta Moya. Museo Histórico Militar de Valencia. Pablo Ortega Enríquez.
7.             Detalle cuadro del Teniente D. Diego Flomesta Moya. Museo Histórico Militar de Valencia. Pablo Ortega Enriquez
8.             Bateria del Castillo de San Sebastian (Cadiz). Coleccion del autor.
       

        BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

-              PANDO DESPIERTO, Juan: Historia secreta de Annual. Ed. Ediciones Temas de Hoy, Madrid, 1999.
-              PEREZ DE SEVILLA Y AYALA, Vicente: Recuerdos imborrables. Ed. Imprenta de la Academia de Artillería, Segovia, 1972.
-              S.H.M.: Historia de las Campañas de Marruecos. Madrid, 1981, Tomo III.
-              A.G.M.S. Sección 1ª, Legajo F-1494. Hoja matriz de servicios del Teniente D. Diego Flomesta Moya.
-             A.G.M.S. Sección 9ª, caja 2120-17122. Expediente de Juicio Contradictorio, en esclarecimiento de si procede o no, la concesión de la           Cruz Laureada de San Fernando al Teniente D. Diego Flomesta Moya por su comportamiento el 1 de junio de 1921 en la defensa de la         posición de Abarran.
-             A.H.N. Tribunal Supremo Reservado. Información Gubernativa instruida por el General de División Juan Picasso González (Expediente          Picasso).
-             Expediente en averiguación del paradero del Teniente de Artillería D. Diego Flomesta Moya. Desaparecido en la posición de Abarran.            Comandancia General de Melilla 1921. Juzgado permanente. Regimiento de Artillería Mixto nº 32.
-             Diario Oficial del Ministerio de la Guerra.
-             Diarios:

·         La Vanguardia
·         ABC
·         La Verdad. Murcia
·         El Liberal. Murcia
·         El Tiempo. Murcia
·         El Telegrama del Rif


               Articulo publicado en el Memorial de Artillería 171/1 Junio 2015. Autor Javier Ortega Quero

9 comentarios:

~ R ~ dijo...

"... Antes que rendirnos, muertos con honor,..."

Un abrazo,... artillero.

Gunner dijo...

A los que mueren por su Patria, les recoge la Inmortalidad.

Gracias Artillero, un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Hombre, me he quedado muy sorprendido de ver que el aspecto heroico de este héroe Artillero no se recoge en su biografía. Me parece que no deben silenciar que fue capturado y herido y que, al conocer que lo querían curar para que les enseñara a manejar las piezas de artillería capturadas, se negó a comer, quitándose sus vendajes, por lo que murió al cabo de un mes, prácticamente de debilidad y agotamiento y posiblemente de inanición.
Por otra parte me gustaría saber si en este triste período de la historia de España que atravesamos los rojos han permitido que quede alguna calle o plaza con el nombre de este héroe.
Atentamente, Kantidubi

Gunner dijo...

Estimado Kantidubi, ante todo muchas gracias por visitar y participar en este blog.

Referente a su inquietud sobre el hecho de silenciar el aspecto heroico del Teniente Flomesta en el cautiverio, he de decirle que la creencia durante todos estos años ha sido que nuestro heroe perecio en el cautiverio dejandose morir para evitar enseñar a los moros el manejo de los cañones capturados. Es mas, en el patio de ordenes de la Academia de Artilleria hay una placa conmemorativa ofrecida por sus compañeros en la que se puede leer que fue "martirizado y muerto en el cautiverio". Estudios posteriores nos demuestran que todo esta abierto a continua revision ya que en la prensa de la epoca, en obras del Servicio Historico Militar y otros documentos (vease su esquela por ejemplo) demuestran claramente que el Teniente Flomesta murio durante el asalto a la posicion, concretamente de un impacto de bala en la cabeza. ¿De donde salió la leyenda posterior? ¿como se ha mantenido hasta ahora? Tal vez sea el haberse basado solo en un documento (el expediente Picaso). Hoy esta abierto a una continua revision con nuevos estudios etc.
Respecto a si han mantenido alguna calle con su nombre, ahora mismo lo desconozco. Se que en Murcia si habia alguna. No me extrañaria que la quitaran cuando en el año 2007 ya quiso este gobierno quitar una calle dedicada a los Heroes de Baler aduciendo que eran "fascistas". Hubo que recordarles que estos heroes datan de 1898 y su accion fue en Filipinas.

Una vez mas muchas gracias por participar en este blog que esta a su entera disposicion.

F La C dijo...

Existe una historia en la Academia de Artillería en la que se cuenta que, habiendo sido capturado el teniente Flomesta, murió heroicamente por negarse a enseñar a las harcas morunas el funcionamiento de las piezas capturadas.
Como había salido en el último puesto de su promoción, sus compañeros, con respeto pero con sorna, decían que era porque no lo sabía.
Por eso, al último de todas las promociones se le llama cariñosamente "Flomesta".

P.S.: Espero que no le apliquen la Ley de la Memoria Histórica.

Javier Sánchez Regaña dijo...

Muy interesante ese detalle sobre las promociones de artillería. Todos los dñias se aprende algo nuevo.
Un saludo a todos
Javier

Anónimo dijo...

He de decir q es un orgullo ser del mismo pueblo q este héroe, y que en bullas (Murcia), su pueblo natal, existe una plaza con su nombre.
¡Viva España!

Navarca dijo...

Buenas tardes. Llego tarde, muy tarde, a este fantástico artículo y al fenomenal comentario de F La C, pero es hoy cuando teóricamente se cumple el aniversario de los hechos que han dado gloria y honor al Teniente de Artillería Flomestas al que Dios guarda en su seno y por eso he descubierto esta merecida página. Y digo fenomenal comentario de F La C porque, como otro comentarista, desconocía la tradición que ha comentado a pesar de ser hijo de artillero. Y me parece muy acertada esa jocosa tradición que lo único que hace es mantener viva la memoria del Teniente de Artillería Flomesta. Eso y el hecho de que a tres de las columnas de la Academia de Artillería las llaman Fe, Esperanza y Caridad (como las tres virtudes teologales) y,traducidas a lo artillero, como Daoiz, Velarde y Flomesta.
Muchas gracias por este tipo de webs.
Un saludo

Gunner dijo...

Muchas gracias por su visita y elogios. Y muchas más tradiciones, historias y leyendas que tiene nuestra Arma y Academia. A su disposición.