Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. España que nos mira siempre amante recuerda nuestra Historia Militar, Militar, que su nombre siempre suena más radiante a quien supo ponerla en un altar. Su recuerdo que conmueve con terneza, dice Patria, dice Gloria, dice Amor, y evocando su mágica grandeza, morir sabremos, por salvar su honor. Tremolemos muy alto el Estandarte, sus colores en la cumbre brillarán, y al pensar que con él está la muerte, nuestras almas con más ansia latirán. Como la madre que al niño le canta la canción de cuna que le dormirá, al arrullo de una oración santa en la tumba nuestra, flores crecerán. Marcharemos unidos, marcharemos dichosos seguros, contentos de nuestro valor, y cuando luchando a morir lleguemos, antes que rendidos, muertos con honor. Y alegres cantando el Himno glorioso de aquellos que ostentan noble cicatriz, terminemos siempre nuestro canto honroso con un viva Velarde y un viva Daoiz. Artilleros, Artilleros, marchemos siempre unidos siempre unidos de la Patria, de la Patria, de la Patria su nombre engrandecer, engrandecer. Y al oír, y al oír, y al oír del cañón el estampido, el estampido nos haga su sonido enardecer. Orgullosos al pensar en las hazañas realizadas con honor por nuestra grey, gritemos con el alma un viva España y sienta el corazón un ¡viva el Rey!

lunes, 12 de mayo de 2008

El Servicio de Fatiga

Hace poco me recordaba un amigo una anécdota acaecida, creo recordar en el año 1999, en cierto Regimiento de Artillería con la visita de cierto Capitán General (me van a permitir que permanezcan en el anonimato tanto la Unidad como el General, aunque algunos hilando, hilando........). Durante la visita ocurrieron varias «cosas» (a que si Eduardo, te acuerdas del «¿se cree Usted que me chupo el dedo?») y una de éstas fue el término «Servicio de fatiga» (¿te acuerdas Juan cuando espetó «Definame fatiga»). Todo esto dio lugar a un articulo, el cual fue publicado en una revista de índole profesional y en otra de carácter interno, que por cierto, se le envió un ejemplar al mentado Capitán General. Los que fueron testigos de la visita seguro que todavía la recuerdan como si hubiera ocurrido ayer, aunque he de decir que otros pusieron tierra de por medio, tal vez por..................... Hay que reconocer que sus visitas eran temidas, circulando toda clase de historias veraces unas y por demostrar otras. Aquí tienen el articulo.


Cuentan las crónicas que a finales del siglo pasado recibió un Regimiento la visita de un General. En un momento determinado, éste preguntó que tipo de servicios desempeñaba la tropa. El «preguntado» de forma automática y sin perder tiempo contestó: «Mi General se desempeñan los siguientes servicios: Cabo de Cuartel, Cabo de Guardia y Refuerzo, Cuartelero, Imaginaria, Fatiga, Guardia y Refuerzo.........». El General abrió los ojos y puso cara de desconcierto cuando escuchó la palabra «fatiga». Se hizo un gran silencio sólo roto por la voz del General que dijo: «Defíname Usted fatiga». No hubo respuesta. No cuenta esta crónica de la época que ocurrió después, si alguien intento definir dicha palabra.

Al enterarme de esta historia (no sé si ocurrió realmente) me puse manos a la obra y removí cielo y tierra para intentar dar algo de luz a esa definición de Fatiga. Todos sabemos que fatiga es aquel Artillero que desempeña labores de limpieza en el comedor de tropa, por el espacio de tiempo de un día.

Se trataba de relacionar la palabra con el servicio. Consultados Reglamentos, Ordenanzas Generales, Manuales, Enciclopedias, etc no encontraba respuesta. Cierto día revisando la Enciclopedia Ilustrada Europeo-Americana Espasa Calpe, encontré «algo». Entre otras acepciones aparecía una que se acercaba, pero no lo suficiente. Decía así: «Lista que se lleva en algunas oficinas para nombrar los turnos de servicio que ha de prestar el personal adscrito a las mismas; dichos servicios se ha de sobrentender que son los de carácter mecánico y nunca los de índole profesional, en cuanto éstos no pueden por menos de ser constantes y ordinarios. A veces se ofrece a modo de cuaderno para que firmen los interesados el enterado, a fin de no alegar ignorancia».

Al menos tenia algo a que agarrarme, pero necesitaba más. Imposible, lo mas cercano a ese servicio era auxiliar de comedor, y en su normativa no aparecía la palabra. Me iba a dar por vencido cuando, agotando el ultimo cartucho, por fin apareció. Se trata del Reglamento para el Servicio Interior de los Regimientos de Artillería, aprobado por S.M. el Rey D. Alfonso XII en 1882. El texto con relación al servicio de fatiga dice textualmente:


Art. 238. Son los auxiliares de los Cabos de Cuartel y Cuarteleros para la limpieza y arreglo de todo lo que esta en el dormitorio, y desempeñar los servicios que sea preciso hacer fuera de el.

Art. 239. En cada Compañía habrá uno o más fatigas, según las necesidades; su servicio durará veinticuatro horas, empezando a la hora del relevo del servicio económico y concluyendo al día siguiente, después del relevo.

Art. 240. Alternarán para éste servicio todos los individuos de la Compañía, menos los Artilleros Primeros y los condecorados con la Cruz de San Fernando, exceptuándose además en los Regimientos de Campaña los conductores.

Art. 241. Este servicio se nombrará de un día para otro y se leerá a la hora designada.

Art. 242. Vestirán de primera puesta y con traje de trabajo.

Art. 243. Siempre que tengan que ausentarse del dormitorio lo harán con conocimiento de su Superior, y podrán salir a paseo si hubiera concluido sus faenas y no los necesitasen el Furriel y el Sargento 1º.

Art. 244. Estarán a las inmediatas ordenes del Cabo de Cuartel; pero cumplirán cuantas les dieren el Furriel, Sargento de Semana y Superiores, debiendo de dar conocimiento de ellas al Cabo de Cuartel.

Art. 245. Al toque de relevo de servicio interior del Cuartel, se presentarán al Cabo de Cuartel para ayudarle a la entrega de todo lo del dormitorio, y enterarse de sus obligaciones, que le serán leídas por el dicho Cabo.

Art. 246. Serán de su obligación conservar las tinajas constantemente llenas de agua.

Art. 247. Tendrán el mayor cuidado con los útiles y efectos que manejen, pues responderán de cualquier desperfecto o rotura que no sea natural.

Art. 248. Será de su obligación llevar a componer todos aquellos efectos que les mande el Furriel, y ayudarle a contar y conducir al dormitorio el pan de provisión y cuantas comisiones les encomienden.

Art. 249. Al toque de Diana limpiaran los zambullos, dejándolos en el sitio que está señalado; ayudarán a los Cuarteleros a la limpieza del dormitorio y sacarán siempre y a cualquier hora que fuera preciso la basura.

Art. 250. Las mantas y capotes que se hayan entregado la tarde anterior a los de Servicio fuera del Cuartel, serán recogidas por los fatigas a la hora designada, cuidando de reconocerlos y dar cuenta del estado en que los reciben al Comandante de la Guardia y luego al cabo de Cuartel, al que deberán entregárselos limpios y doblados. Con iguales formalidades recogerán las mantas de los arrestados en prevención y camas de los sumariados en el calabozo.

Art. 251. A presencia del Furriel en la cocina, a la hora de repartir el rancho a los de Servicio, tomarán el suyo y en una olla el correspondiente a los empleados de su Compañía fuera del Cuartel; marcharán al dormitorio, recibirán del Cabo de Cuartel, enterándose bien de lo que es pertenencia de cada uno, el pan, cucharas, fiambreras y el rancho de la tarde, las mantas y capotes de los individuos para quienes son los ranchos; se presentarán al Cabo encargado de llevar la comida, si estuviese nombrado o al Sargento de la Guardia de Prevención, para poder salir del Cuartel a llevar los ranchos; se presentarán a la llegada a las guardias o puestos a los Comandantes de ellas o Sargento, si es de Oficial, a fin de que autoricen la entrega a los individuos del rancho y efectos que conducen.

Art. 252. Al regresar al Cuartel, después de haber llevado el rancho, devolverán limpias las ollas, fiambreras y cucharas al ranchero y al Cabo de Cuartel, explicando a éste lo que pertenece a cada uno.

Art. 253. Después de retreta recibirán del cabo de Cuartel, las mantas de los arrestados en la prevención, y las camas de los sumariados en el calabozo, que entregarán en la guardia de prevención, con iguales formalidades que lo hicieron por la tarde con los de servicio fuera del Cuartel.

Art. 254. Asistirán con la Compañía a todas las listas, ranchos, revistas diarias y semanales, ejercicios y formaciones y escuela de primeras letras, si fuesen alumnos.

Nos encontramos con una palabra cien por cien artillera que hemos podido salvar de la quema (acuérdense del Art. 16 de las RROO de las FA,s). Salvando las distancias y quitando alguna que otra obligación, prácticamente coincide con el servicio de fatiga que actualmente se designa en algunos Regimientos.

Articulo publicado por el autor en la Revista Ejercito.

1 comentario:

Manuel Acosta dijo...

¡que recuerdos Guunner!!veo que le has hecho caso a Carlos y nos has contado aqui lo de Fatiga. Bien es cierto que ese dia no habia muchas estrellas en el cuartel porque la instrucción "manda" y había una salida "programada". Recuerdo que cuando pasó revista a los aseos dijo que los habiamos puesto ex-profeso para su visita, porque (brillante observación) estaban todos sin empezar (anda que no habría revistado éste aseos).
Por cierto -mensaje para Carlos: si eres quien yo creo date una vuelta por mi blog y déjame tu mail: acostamac.blogspot.com
Un saludo
PD. Gunner, cuelga los telefonos del trabajo, que no hay manera